En 2015 las Naciones Unidas (ONU) aprobaban la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Con el propósito de conseguir un cambio de paradigma medioambiental, la Agenda 2030 identificaba la sostenibilidad energética como un elemento clave para asegurar la viabilidad del sistema económico mundial. Los propósitos de la ONU se vehiculan a través de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero a menos de una década para conseguir los objetivos, todavía existen incertidumbres sobre la capacidad de la economía mundial de transformarse.

La Agenda 2030 dedica uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible a la sostenibilidad energética. En concreto, se trata del objetivo número 7, que pretende “garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna.

La ONU constata que la energía “se está volviendo más sostenible y ampliamente disponible”. De este modo, el sector energético se encontraba en un contexto favorecedor para conseguir la sostenibilidad energética; según la ONU gracias a “la eficiencia energética” y la generación de energía renovable. Sin embargo, todavía hay un largo recorrido a caminar para que la Agenda 2030 cumpla con su voluntad de conseguir la sostenibilidad energética.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de sostenibilidad energética?

El Consejo Mundial de Energía define la sostenibilidad energética como la voluntad de conseguir un equilibrio entre seguridad energética, equidad social e impacto ambiental de la generación de energía. Bautizado como “el trilema energético”, supone un reto a nivel global, ya que implica a sectores públicos y privados de decenas de países de todo el mundo.

Uno de los primeros objetivos de la sostenibilidad energética marcado por la Agenda 2030 es el acceso a la energía. Según cálculos de la ONU, hoy en día el 13% de la población mundial aún no tiene acceso a la electricidad. Por otro lado, un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sostiene que la mayoría de las personas que no tienen acceso a la energía pertenecen a zonas rurales.

Esto dificulta la tarea para conseguir suministrar energía eléctrica a las cerca de 1.000 millones de personas que no tienen acceso. Sin embargo, la ONU considera que el ritmo de abastecimiento de energía eléctrica en el mundo se ha incrementado de forma exponencial en la última década.

Al ritmo actual, en 2030 existirían todavía cerca de 600 millones de personas sin acceso a la electricidad. Los proyectos de desarrollo internacionales, entre compañías suministradoras de electricidad, los gobiernos de países africanos y surasiáticos y las organizaciones internacionales serán clave para conseguir el acceso a la energía a toda la población mundial.

Generación de energía verde y autoconsumo. ¿Es factible conseguir la neutralidad energética?

El mismo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) concluye que en 2018 tan solo el 17,5% del consumo final de energía provenía de energías renovables. Este porcentaje varía mucho entre territorios, y algunos países como Islandia, Uruguay, Costa Rica y Noruega han conseguido generar más del 90% de su energía de fuentes renovables. El objetivo de la Agenda 2030 en sostenibilidad energética se fija aumentar “considerablemente” la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas.

Sin establecer un porcentaje concreto, en los últimos años la capacidad de generación energética renovable en el mundo se ha incrementado considerablemente. Según la International Renewable Energy Agency, en 2020 la generación de energía verde se incrementó un 50%. Iniciativas como el Pacto Verde Europeo, que se propone alcanzar la neutralidad climática en 2050, pueden ser un factor decisivo para incrementar la generación de energía verde.

Eficiencia energética y autoconsumo: un elemento clave para el desarrollo sostenible

 

En todo caso, la capacidad del sistema económico mundial de conseguir la sostenibilidad energética dependerá, en buena parte, de la capacidad de hacer más eficiente el consumo energético. Un informe de Enegas concluyó que en 2019 la eficiencia energética había conseguido evitar 1.768 toneladas de CO2 en España.

En este sentido, desde Barney & Co Energía apostamos por medidas ideadas para particulares y empresas que fomenten la eficiencia energética.

Entre ellas, podemos destacar:

  • Con la instalación de placas fotovoltaicas, las empresas y los hogares pueden generar su propia energía verde, fomentando el consumo responsable y la eficiencia energética.
  • Contadores fiscales. Los contadores fiscales permiten controlar el consumo energético de un hogar a una empresa. Esto nos permite optimizar nuestra potencia, controlar el consumo y tomar medidas para un consumo energético más eficiente.
  • Baterías de condensadores. Las baterías de condensadores son la herramienta más eficaz para eliminar la energía reactiva de un establecimiento. En Barney & Co realizamos estudios gratuitos para la instalación de baterías de condensadores.
  • Uso de Leds. La iluminación suele ser uno de los principales costes energéticos de muchas empresas. Apostar por la tecnología led permite ahorrar el consumo energético de forma considerable. En Barney & Co nos encargamos de ofrecer soluciones integrales para renovar la iluminación, hacerla más eficiente y autofinanciarla con el ahorro energético generado.

Que los objetivos de la Agenda 2030 consigan llegar a la sostenibilidad energética a tiempo es responsabilidad de todos. En Barney & Co te mostramos cómo apostar por la eficiencia energética, no solo es una cuestión ética, sino también de ahorro.

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