El avance hacia la neutralidad climática

La neutralidad climática es un concepto relativamente novedoso que se refiere a equilibrar las emisiones de gases de efecto invernadero (como el carbono) liberados a la atmosfera por la mano del hombre con la cantidad que se absorbe de forma natural o artificial. Una compensación para conseguir un equilibrio y que deje el balance a 0.

Esto implica, por lo tanto, la reducción de gases de efecto invernadero. Esta compensación se consigue mediante los sumideros de carbono, es decir, el CO2 que absorben las plantas a través de la fotosíntesis, las algas, los océanos y el suelo. También hay sumideros de carbono artificiales.

Una de las formas de reducir los gases de efecto invernadero es el paso a la energía verde. Como hemos comentado en artículos anteriores, podemos cambiarnos de compañía a otras que no generen gases de efecto invernadero para producir energía, podemos cambiarnos al coche eléctrico o incluso podemos autoabastecernos mediante placas fotovoltaicas, reduciendo la huella de carbono individual al mínimo.

El Pacto Verde Europeo

Los países de la Unión Europea han firmado el llamado Pacto Verde Europeo en el que se compromete a que Europa sea capaz de absorber el mismo dióxido de carbono que produce en el año 2050, es decir, alcanzar la neutralidad climática. Este pacto se basa en 7 principios estratégicos:

Inversión en I+D para fomentar los mecanismos de captura y almacenamiento de carbono.
Fomentar los sumideros naturales de carbono creando nuevos bosques en lugares donde no se ejerce actividad económica y plantaciones de algas. La biomasa puede ser un buen sustituto de los materiales intensivos de carbono y puede suministrar energía calorífica de forma directa.
Interconexiones transfronterizas que fomenten la movilidad mediante métodos de transporte colectivo poco contaminante como los trenes. La mayor cooperación entre países dará lugar a abordar el problema de la contaminación de forma más eficaz y eficiente.
Fomento de la economía circular. Conseguir que los recursos sean más eficientes mediante la práctica de la economía circular reduciendo la cantidad de gases invernadero debido a que la energía necesaria será menor.
El transporte representa el 25% de las emisiones de carbono europeas. El objetivo del Pacto Verde Europeo es el paso al transporte eléctrico.
Fomentar la eficiencia energética. Los estados miembros de la Unión Europeo han llegado a un acuerdo vinculante por el cual la eficiencia energética debe ser del 32,5% para el año 2030.
Instar a las compañías eléctricas nacionales y privadas a pasar a las energías renovables para reducir el uso del gas y el carbón para la generación de energía. Este efecto conllevará nuevos puestos de trabajo y mejorará la seguridad del suministro al no depender de países extranjeros.

Muchos países han establecido sus propios objetivos más ambiciosos para la neutralidad climática, como Suecia. En este sentido, ciudades de toda la Unión Europea se suman a esta iniciativa y podemos encontrar ejemplos en Madrid o Barcelona destinadas a reducir el tráfico de vehículos mediante restricciones y creando más espacios verdes, reduciendo las emisiones de carbono. Mediante la creación de espacios verdes creamos sumideros de carbono naturales. Sin embargo, ¿qué son exactamente los sumideros de carbono?

Los sumideros de carbono

La forma de equilibrar las emisiones de gases de efecto invernadero es mediante los sumideros. Como hemos comentado, los sumideros de carbono son “depósitos” que absorben el CO2 de la atmósfera y contribuyen a reducir el carbono del aire. La neutralidad climática pasa por la expansión y generación de sumideros de carbono. Hay dos tipos de sumideros de carbono:

Sumideros naturales

Océanos: Los mares y océanos son los principales sumideros naturales de carbono ja que absorben prácticamente el 50% del CO2 del aire. Los organismos que contribuyen a la transformación de carbono son el plancton, los corales y los algunos peces. El plancton es uno de los mayores generadores de oxígeno a través del carbono y tras este va el coral.
Sin embargo, por culpa del efecto invernadero y el aumento de las temperaturas de las aguas, aproximadamente el 50% de los corales están muertos. Estos corales muertos mezclados con el CO2 de la atmósfera contribuyen a la acidez de los océanos y esto a su vez a la muerte del plancton y el fitoplancton. Actualmente, si no se reduce el ritmo de generación de carbono a la atmosfera se puede romper toda esta cadena.
Bosques: Los árboles y plantas acumulan el CO2 de la atmosfera al realizar la fotosíntesis. Una parte se absorbe y almacena y la otra se convierte en oxígeno que se devuelve a la atmósfera. La madera de los árboles más densa es la que absorbe más carbono y, en la madurez del árbol, el mismo está compuesto en un 20% por carbono. Cuando el árbol muere los organismos del bosque como las bacterias, hongos e insectos reciclan su carbono en biomasa.

Sumideros artificiales: captura del carbono y almacenamiento artificial

El almacenamiento de carbono de forma artificial es otro de los sistemas en los que se basa la neutralidad climática. Se trata de una tecnología que está todavía en proceso de desarrollo, aunque ya se están probando diferentes métodos. Podríamos decir que es una forma de reducir el CO2, pero que al no utilizar métodos naturales puede ser más perjudicial para el medio ambiente. Para almacenar el dióxido de carbono (sin utilizar el círculo natural) el primer paso es la captura y fijación del carbono. Actualmente la forma más utilizada es mediante aminados utilizando hidróxidos.

Uno de los métodos que se están explorando es la inyección directa de carbono en los océanos. Se crean lagos de carbono líquido a muy alta profundidad. La presión provoca que el carbono se convierta en hidrato de metano que se disuelve en el agua poco a poco. Es un método que está puesto en cuestión ya que el desconocimiento del fondo marino sigue siendo profundo y no se sabe que efectos puede acabar acarreando para el ecosistema marino.
Campos de algas y árboles para la transformación del CO2.
El proceso es parecido al de la inyección en los océanos ya que también precisan, en este caso, de aguas subterráneas.
El almacenamiento geológico utiliza el mismo proceso que el de suelos, aunque se utilizan principalmente los yacimientos de petróleo en declive y acuíferos salinos que no pueden utilizarse para los humanos.

Barney and Co por la neutralidad climática

Como hemos comentado anteriormente en el artículo, desde Barney and Co, estamos comprometidos con un cambio en la forma de consumo, avanzando hacia la reducción de la huella de carbono y la neutralidad climática de todos nuestros clientes.

En este sentido, ofrecemos diferentes opciones para empresas y particulares: