El almacenamiento de energía es, sin ninguna duda, el gran reto de la transición energética. Un componente esencial en la transición hacia un futuro más sostenible y basado en energías limpias.

A medida que las fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, ganan terreno en la matriz energética global, la necesidad de almacenar la energía generada se vuelve cada vez más importante. Hoy en Barney&Co queremos hablarte acerca de la importancia del almacenamiento de energía, las tecnologías emergentes en este campo y su impacto en la forma en que vivimos.

¿Por qué es importante el almacenamiento de energía?

El almacenamiento de energía desempeña un papel crucial en la estabilización de las fuentes de energía renovables e intermitentes, como la solar y la eólica. Estas son unas fuentes de energía que no siempre están disponibles cuando se las necesita, ya que dependen de factores climáticos y geográficos.

  • Almacenarlas permite capturar el exceso de energía cuando está disponible y liberarla cuando es necesaria.
  • Esto garantiza un suministro constante de energía, independientemente de las condiciones climáticas.

Además, el almacenamiento de energía puede ayudar a disminuir los problemas de congestión en la red eléctrica, ya que permite desplazar la demanda de electricidad en momentos de alta demanda hacia horas de menor uso. ¿Qué conseguimos con esto? Reducir la sobrecarga de la red y la necesidad de inversiones costosas en infraestructura.

Tecnologías emergentes en el almacenamiento de energía

Hablemos sobre algunas de ellas:

  1. Baterías de iones de litio: Las baterías de iones de litio son ampliamente conocidas y utilizadas en dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos. Su capacidad de almacenar energía de manera eficiente y liberarla de manera controlada las convierte en una opción muy popular. Además, se están desarrollando baterías de iones de litio de próxima generación con capacidades mejoradas y una vida útil más larga.
  2. Almacenamiento térmico: Esta tecnología implica capturar el calor generado por la energía solar y almacenarlo en materiales de cambio de fase, como sales fundidas o materiales PCM (Phase Change Materials). El calor se puede liberar más tarde para generar electricidad o proporcionar calefacción. El almacenamiento térmico es especialmente útil en regiones con una alta radiación solar.
  3. Almacenamiento hidroeléctrico: Las plantas de almacenamiento hidroeléctrico bombean agua a una ubicación elevada durante los períodos de baja demanda de energía y la liberan a través de turbinas para generar electricidad en momentos de alta demanda. Esta tecnología ha sido efectiva durante décadas y se está modernizando con sistemas más eficientes y sostenibles.
  4. Almacenamiento de energía química: La investigación en este campo se centra en el desarrollo de baterías avanzadas, como las baterías de estado sólido y las baterías de flujo redox, que tienen el potencial de superar las limitaciones de las baterías de iones de litio en cuanto a densidad de energía y durabilidad.

El impacto en la sociedad

El almacenamiento de energía tiene un impacto profundo en nuestra sociedad. Facilita la transición hacia un mundo energético más sostenible al hacer que las fuentes de energía renovable sean más confiables y accesibles. Esto reduce nuestra dependencia de los combustibles fósiles y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.

Además, el almacenamiento de energía promueve la compra de vehículos eléctricos, lo que reduce la contaminación del aire y la dependencia de los combustibles fósiles en el sector del transporte. También mejora la resiliencia de las comunidades al proporcionar energía de respaldo en casos de cortes de energía.

 

En Barney&Co caminamos hacia un futuro más sostenible y eficiente.

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