Entender la guerra que se está produciendo entre Ucrania y Rusia pasa por entender los intereses económicos de las potencias económicas occidentales y las del gigante euroasiático, y una de las cosas que une a Europa con Rusia es el gas natural. La guerra entre estos dos países ha creado un encarecimiento de la energía jamás visto en todo el continente.

En este artículo intentaremos desentrañar cómo se ha llegado a esta situación de dependencia energética, el porqué de la escalada de los precios y por qué repercuten en los consumidores, por qué afecta la situación en España si el gas proviene principalmente de otros países que no son Rusia y las alternativas al gas ruso.

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¿Cómo está afectando la guerra de Ucrania al mercado energético europeo?

El precio de la luz y el gas se ha disparado en toda Europa a partir del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Para entender la subida del precio de la luz y del gas se deben entender estos tres factores: el funcionamiento del mercado marginalista, el alto precio del gas redoblado tras la guerra en Ucrania y el levantamiento del tope al mercado mayorista en mayo de 2021.

El mercado marginalista

No es fácil entender el funcionamiento del mercado marginalista. Por un lado, tenemos la oferta: la energía producida por los productores de electricidad, y, por otro lado, la demanda: la demanda energética de ciudadanos y empresas. La oferta está ordenada de manera que la más barata es la que va primero y la más cara la última, hasta cubrir la demanda energética del momento. Sin embargo, el precio que se paga a todos los productores es el del último productor que ha terminado por suplir la demanda de energía, es decir, el más caro.

Los recursos para producir energía más baratos, los sostenibles y nucleares, no llegan a sostener la demanda de la población y, por tanto, se debe acudir al gas natural (mediante ciclo combinado o cogeneración) para cumplir el cupo energético de la sociedad. Por lo tanto, el precio del gas, disparado, acaba fijando el precio de la electricidad de todo el sistema.

El precio del gas se disparó a finales de 2021 y en la escalada militar de Rusia. Según el Natural Gas EU Dutch TTF, el mercado de referencia que marca el precio del gas a nivel europeo, en mayo de 2020 el gas tenía un coste de 3,51€ y el 7 de marzo de 2022 era de 264,99€. La guerra de Ucrania ha hecho incrementar el precio del gas un 7.549% respecto al 2020.

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El levantamiento del tope del mercado mayorista

En mayo de 2021 España acomoda la regulación del gas al reglamento europeo. En el estado español estaba fijado el fin del tope del mercado mayorista de electricidad en 180,3€ MW/h, después de adaptarse a los criterios de la Unión Europea el tope quedó establecido en 3.000€ MW/h. Si este tope no se hubiera incrementado, los ciudadanos españoles habrían seguido pagando la energía como mucho a 180,3€ MW/h independientemente del precio del mercado del gas. Un hecho que hubiese perjudicado a las empresas del sector energético que ahora mismo se encontrarían en una situación en que habrían tenido que vender la energía por debajo del precio de coste.

El augmento del precio del gas y por ende de la luz, es también, tal y como indica el Financial Times, una moneda de cambio de Rusia en contra de Europa. Una demostración del caos económico que puede desatar mediante un posible corte del gas, una manera de poner a la población europea, en muchos casos, en contra de sus propios gobiernos.

¿De dónde proviene el gas en Europa?

A fecha de febrero de 2022, teniendo en cuenta los datos la Agencia Europea de Estadística Eurostat, el 46,8% del gas natural consumido en la Unión Europea proviene de Rusia, el 20,5% de Noruega, el 11,6% de Argelia y el 6,3% de Estados Unidos. Alemania obtiene el 55% del gas natural de Rusia y con la apertura del gasoducto Nord Stream 2 esta cifra iba a augmentar al 70%, sin embargo, se ha cancelado su inauguración tras el escenario bélico en Ucrania.

Según la Energy Information Administration (EIA), los países del mundo con mayores reservas de gas natural son: 1. Rusia: 47.805 km³. 2. Irán: 33.721 km³. 3. Qatar: 24.072 km³. 4. Estados Unidos: 15.484 km³. 5. Arabia Saudí: 9.200 km³. 6. Turkmenistán: 7.504 km³. 7. Emiratos Árabes Unidos: 6.091 km³. 8. Venezuela: 5.740 km³. 9. Nigeria: 5.475 km³. 10. China: 5.440 km³. Todos los países de la lista están inmiscuidos en algún tipo de guerra, ya sea armamentística o económica, o son potencias mundiales. Para hacernos una idea de la cantidad de las reservas y de su importancia estratégica: las reservas de España son de 2,55 km³, las de Francia de 8,41 km³ y las de Italia de 38,10 km³.

Alternativas al gas ruso

Las autoridades europeas buscan alternativas al gas ruso, por encima de todo, en el gas natural licuado. El gas natural licuado es gas natural que se transforma al estado líquido para ser trasladado mediante buques metaneros hasta diferentes centrales regasificadoras. En estos centros los reconvierten en gas y lo inyectan en la red de gas natural.

Estados Unidos es la gran beneficiada de esta situación ya que pueden dar salida a las carísimas (económica y ecológicamente) explotaciones de fracking hacia un mercado amigo como el europeo, sediento de gas natural, dispuesto a pagar el precio de su extracción.

El gas natural licuado es muy poco sostenible medioambientalmente. El proceso de reconversiones que sufre y la logística para llegar a los puntos de regasificación hace que el proceso en conjunto sea altamente contaminante.

Las otras alternativas que podrían plantearse desde Europa no pueden satisfacer el problema actual y un eventual desabastecimiento energético. La inversión en energías alternativas para hacer más plantas eólicas o solares, no llegarían a solucionar el problema actual ya que tardan mucho tiempo en construirse. Lo mismo pasa con la energía nuclear, el tiempo medio de construcción y puesta en funcionamiento de una central nuclear es de aproximadamente 7 años, y el uranio y los otros materiales necesarios para hacerlas funcionar también son caros. Recurrir al carbón, por supuesto, sería incompatible con cumplir los objetivos de emisión de gases de efecto invernadero.

La alternativa real para escapar a los intereses mundiales energéticos es la autogeneración de energía mediante placas solares. En Barney&Co somos expertos en la instalación de energía fotovoltaica para empresas y particulares.

 

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